Más allá de sus majestuosos Palacios, la belleza de sus Mezquitas o de sus vestigios del pasado, el verdadero Embrujo de Estambul se encuentra en su ambiente, en sus calles.. Mucho habíamos leído y escuchado sobre ella, pero sentirlo en nuestra piel es algo difícil de transmitir. Y es que el verdadero embrujo de la ciudad llega cuando cae la noche sobre su barrio más antiguo, Sultanahmet, y sus callejuelas estrechas y empedradas se iluminan de manera tenue y los turistas desaparecen. Cada muro, cada piedra, cada rincón susurra historia. Hoy hemos disfrutado de la Zona Vieja de Estambul, y así os lo vamos a contar ...
Para que pondremos ninguna alarma si aquí no hace falta... No son ni las 6:30 cuando ya está sonando la llamada a la oración muy cerca de nosotros. Y tanto, pues ya desvelados subimos a la azotea del Zeynep Sultan Hotel (ARTÍCULO COMPLETO SOBRE EL HOTEL AQUÍ) donde nos alojamos anoche y donde se sirve el desayuno, y vemos deslumbrante (y casi podemos tocarla) la basílica de Santa Sofía.
Ahora si podemos decirlo. El hotel familiar este !!está genial!! Limpio, aseado, de habitaciones no demasiado grandes pero suficientes, y de desayuno simplemente correcto, pero en plena callejuela a dar con el corazón histórico de Estambul. Casi donde palpita (la x de la foto)
Traemos apuntados una serie de objetivos para ver, divididos por zonas. Hoy hemos cubierto los siguientes (con la ruta correspondiente):
- ZONA VIEJA. Sultanahmet. Topkapi. Santa Sofia. Cisterna. Mezquita Azul. Iglesia Sergio y Baco. Mehmet Pasha. Arasta Bazaar. Hipodromo. Divan Yolu. ..
- ZONA NUEVA. Dolmabahçe. Taskim. Istikla. Torre Gálata, Puente Gálata. Eminonu ..
- ZONA BAZARES. Vanide Han. Gran Bazar. Bazar Egipcio. Mezquita Suleymaniye. Mezquita Rustem Pasha. Mezquita Nueva.
- ZONAS EXTERIORES. ZONA CUERNO DE ORO (Eyup, Pierre Lottie). BARRIO FATIH (San Salvador de Chora). ZONA ASÍATICA (Uskudar)
- EXPERIENCIAS. Derviches. Nochevieja. Hammani. Narguile. Lo que surja..
No eran ni las 9, cuando estábamos haciéndolo cola para el majestuoso Palacio Topkapi (B), antes de que llegaran los buses. Los horarios es otra de las cosas que nos traíamos apuntada de España (algo que no puede faltar para organizarse un poco la ruta en el desayuno).
Una de horarios (para organizarnos):
- Palacio Topkapi: De 9.00 a 17.00 excepto los martes
- Santa Sofia: De 9.00 a 19.00. Lunes cerrado
- Cisterna: De 9.00 a 18.30. Martes cerrado
- Mezquita Azul: Abierta todos los días de 9.00 a 19.00
- Palacio Dolmabahçe: Abierto desde las 09.00 a 15.00 de Noviembre a Marzo y de 09.00 a 16.00 de Abril a Octubre. Parece ser que Lunes y Jueves está cerrado.
- Iglesia de San Salvador de Chora (Kariye): De 9.30 a 18.30. Miércoles cerrado.
- Mezquita de Eyüp: Abierta de 9.30 a 16.30.
- Mezquita Nueva o Yeni Cami: Abierta todos los días de 9.00 hasta el atardecer.
- Mezquita Rüstem Pasha: Abierta todos los días de 9.00 hasta el atardecer
- Mezquita Imperial de Süleymaniye: Abierta todos los días de 9.00 hasta el atardecer
- Iglesia de San Esteban de los Búlgaros: De 9:00 a 17:00 todos los días.
- Patriarcado Ortodoxo o San Jorge: De 9:00 a 17:00 todos los días.
- Iglesia de Santa Maria de los Mongoles (Kanli Kilise): Solicitud previa al Patriarcado Ortodoxo.
- Sinagoga Ahrida: Solicitud previa
- Iglesia de los Santos Sergio y Baco: Abre a las 9.30 hasta la tarde/noche
- Mezquita Sokullu Mehmet Pasha: Abierta de 9.00 hasta el atardecer
- Mezquitas General (Mahmud Pasha, Atik Ali Pasha ..): Sólo horas de culto
- Museo de Arte Turco e Islámico: lunes cerrado. De 9.30 a 16.30.
- Museo Arqueologico: De 9.00 a 16.30 o 17.00 según la época. Lunes cerrado
- Gran Bazar: Abierto de 9.00 a 19.00. Domingos cerrado.
- Bazar Egipcio o Bazar de las Especias: Abierto de 08.30 a 19.00 horas excepto domingos.
Puntuales abren las taquillas y conseguimos nuestras entradas (25 TYR cada uno). Al lado, una inmensa puerta llamada Ortakapi, hace también de control de entrada y checkeo de bolsas con un escaner. Allá vamos ...
La extensión de Topkapi es grandiosa. No obstante, fué el centro administrativo del Imperio Otomano que veíamos ayer en el avión, desde 1.465 hasta 1.853, y su construcción había sido ordenada por el Sultán Mehmed II en 1459.
Realmente, no es un único espacio, sino que consta de varios edificios unidos entre si por cuatro patios, y todo ello construido con una exquisita arquitectura seglar turca, de la cual no tenemos ni idea, pero así lo leemos y observamos e incluso tocamos en algunos de los infinitos detalles que se conservan en los patios.
Pero no nos despistamos mucho y ponemos rumbo al Harem (a la entrada a la izquierda), que se paga aparte (15 TYR) que no es otra cosa que "el lugar sagrado" donde los sultanes hacían su vida de manera privada.
Cocinas, apostentos, cúpulas, puertas y armarios con todo tipo de detalles... todo un lujo para estos sultanes.
Saliendo ya del Harem llegamos a la zona más próxima al Bósforo, que continúa con amplias salas, varios "kioskos" con todo tipo de sofás "con cheslón" (como dice Paula que demuestra que ya existían, jaja) y piezas de nacar y madera en cada esquina.
Si cabe, esta zona es de las más bonitas de Palacio, y además tiene unas preciosas vistas a la zona Asíatica del otro lado del Bósforo. Realmente merece la pena, incluso en un día como hoy.
Pero posiblemente lo más famoso son sus Tesoros. Hasta cuatro salas donde se reparten joyas y objetos de valor incalculable. Un trono de 250 kg de oro, dos candelabros de 48 kg cada uno (también de oro), perlas, esmeraldas, rubís, diamantes impresionantes... ufs!! !!Vengaaa Paula!!! Salgamos de aquíi. ¿Paulaa? ¿Paulaaa?
Aunque casi arrastrando a Paula, conseguimos salir del complejo, para pasar al lado de una verdadera preciosidad de Iglesia Bizantina llamada Santa Irene, aunque muy deteriorada por el paso de los años. Solo podemos verla por fuera, pero merece verdaderamente la pena.
!Vaya! Ya he vuelto a perder a Paula. A ver donde se ha metido ahora... ah si, ahí está. Y es que los puestecillos móviles que hay alrededor de esta zona son realmente para detenerse en todos. Castañas asadas, "mazorcas", dulces y una especie de rosquilla enrollada que ya ha caído en manos de ella (1 TYR)...
En esta zona amplia que hay entre la Basílica de Santa Sofía (hoy museo) y la Mezquita Azul, además de una gran fuente y una gran plaza, hay un famoso Hammah, muchas tiendecitas de todo tipo y algunas cafeterias-postrerías donde aprovechamos para tomar un café y un té (9 TYR).
Desde luego, si nos preguntan por un lugar en el mundo donde nos hemos encontrado más españoles después de Londres (y tras solo una mañana todavía en la ciudad), diríamos sin duda Estambul. Si es que solo falta encontrarse al vecino del 5ºC. ¿Había bonos especiales? Y no sólo eso, el resto de turistas deben estar concentrados aquí en estos momentos de la mañana, porque vaya cola para entrar a Santa Sofía (C). Menos mal que va rápido.
Tras deshacernos de varias "propuestas de guías", algún vendedor cansino y 20 minutos de cola, llegamos a la entrada (25 TYR cada uno). Ahora no se permite fotografiar con tripode. Tampoco se podía en Topkapi, pero aquí nos han quitado el pequeño "gorillapod" y se queda en "recepción". En fin... ¿Que habrá aquí dentro?
Lo que hay es un verdadero templo a la historia. Simple y llanamente. Menuda preciosidad. Desde su creación allá por el 360 hasta 1453 sirvió de Catedral para la Costantinopla cristiana (bueno, Católica a partir de 1261 en plena época Cruzada), pero tras la invasión Otomana se transformó en Mezquita hasta que en 1935 acabó como museo.
Es de entender, con semejante cúpula, que fuese la Catedral más grande durante más de 1000 años (superada curiosamente por la de Sevilla posteriormente). De hecho fué el apogeo de la arquitectura Bizantina en su momento. Hoy si se puede observar con claridad como la mayoría símbolos cristianos han desaparecido, y los minaretes, el altar y otros objetos le han dado un aire más "islamista". En cierta medida nos recuerda mucho a lo que hicieron los "evangelizadores" españoles en Perú mezclando los símbolos indígenas con Católicos como vieramos áquel DÍA 7 en pleno Valle del Colca (y salvando distancias, claro está)
Dejando a un lado un lugar donde hay que "mete un dedo en un agujero en una columna" (y esas cosas), se puede acceder a un nivel superior, donde la panorámica es también digna de fotografiar. Un lujo de "templo", sin lugar a dudas.
¿Pero como puede ser que siga llegando gente? Lo de la Mezquita Azul (D) no tiene nombre y aunque la hemos ido a ver por fuera, hemos decidido dejarla para otro día a primera hora, aprovechando que estamos a 2 minutos andando de donde dormimos. Esto no ha evitado que Isaac se emocionase al pisar su patio, y empezase a hablar de aquella Mezquita de los Omeyas que viera en Damasco en su viaje por Siria de 2009. !!Que cruz!!
¿Que hambre no? !!Ya tenemos una idea para la Nochevieja!! Lo hemos visto claro.. (Gracias Antonio por tu idea también -que parece brillante-, aunque vamos a optar por otra). También hemos aprovechado para cambiar dinero (hoy a 2.30 TYR el EUR). Y sí, por fin buscar un lugar para comer algo, calle Divan Yolu para arriba ...
Nos hemos cogido unos bocatas de Kofte (16 TYR los dos) en un chiringo-restaurante llamado Tahiti Sultanahmet Koftecisi. Algo así como una especie de albondigas de carne, no sabemos si de cordero, ternera o dios sabe qué, con guindillas picantes, cebolla, lechuga y tomate.. El caso es que estaban riquisimos, pero creemos que aún ahora que escribimos estos todavía los estamos "volviendo a comer" de lo que repiten.
No es difícil de explicar, pero si complejo de entender. !! No podemos con las masificaciones !! Hasta las 12 o así era llevadero, pero ahora hay demasiada gente, por lo que vamos a optar por el plan B, usease, zona libre de autocares turísticos. Así nos hemos metido por las callejuelas estrechas de detrás de la Mezquita Azul y hemos acabado en unos "arrabales" de cuidado, donde entre bastante suciedad y casas de madera que parece que se iban a caer, parece ser que hay una mezquita de o más auténtica.
Y aquí estamos, en la Mezquita de Sokollu Mehmet (G), diseñada por Atik Sinan para Mahmud Pasça y cuya construcción finalizó en 1477.
Realmente es un complejo compuesto por la mezquita, unos baños, una escuela, un comedor, un refugio para caravanas (antiguamente) y un cementerio (y alguna tumba importante). La fuente del patio se utiliza hoy para que los hombres se laven los piés al salir de orar (las mujeres creemos que no). El problema es que están ahora mismo en plena llamada y no vamos a poder entrar.
Tras dar una vuelta por allí y sentarnos a esperar, Paula empieza a poner "ojitos" al "cuidador" de la Mezquita. No sabemos el "porqué" pero tras una sonrisa decide dejarnos pasar. Ahora mismo no hay ni un turista. Nos descalzamos, dejamos los zapatos, Paula se pone una pasmina en la cabeza, y entramos tras la enorme puerta de cuero. Allí nos impacta la escena, aunque ya lo conocíamos. Las mujeres rezan a la izquierda, atrás. Los hombres junto al altar se levantan y se agachan sin parar y oran. En un momento se levantan las mujeres y salen y los hombres se juntan y arrodillan. Paula se va, no le gusta la escena. Se hace el silencio más absoluto y sólo se oye el sonido de los relojes-péndulo de los laterales. Es realmente una escena que hace latir el corazón de cualquiera y que todos deberían disfrutar en una visita a Estambul.
Seguimos nuestra pequeña ruta antes de que anochezca (a las 16'30 en esta época del año) y nos encontramos casi de frente con la Iglesia de los Santos Sergio y Baco (F), un lugar que le hace especial ilusión a Isaac después de haber estado en Rasafa, la famosa Sergiopolis (y ciudad de fantasmas) aquel DIA 5 del viaje a Siria de 2009.
En turco a esta ahora mezquita, se le conoce como la Pequeña Santa Sofía y su planta cuadrada que circunscribe un octógono, está cubierta por una cúpula de 16 metros que deja dos niveles. El superior es un buen lugar para sentarse y observar, observarlo todo y sentir lo que allí está pasando.
Va a empezar a anochecer, y es momento de pasear un poco camino de vuelta al hotel, donde vamos a descansar un poco (nos acordamos ahora del dichoso "canto" a las 6 de la mañana). Paula pasa por un par de tiendas realmente originales, con gorros de todo tipo, aunque finalmente no se decide.
Caminando por la parte baja de la Mezquita Azul vamos a dar a un pequeño bazar llamado Arasta Bazaar (E). No tiene realmente nada de especial. Es descubierto, con alguna que otra tiendecilla, pero en nuestra opinión falto de ambiente y encanto.
Al final de aquí se llega a un lugar que apuntamos para los futuros días, una especie de cafetería-"sishería" con un aspecto estupendo llamada, mmm... ¿donde lo habremos apuntado? Bueno, volveremos...
En la parte alta está el Hipodromo Romano (H), construido en el 200 d.C para las típicas carreras de carros y demás, aunque hoy por hoy hay que echarle muchiiiiiisima imaginación, ya que solo es un paseo peatonal con varios obeliscos (uno egipcio, uno griego y uno romano)
Ya antes de llegar a nuestra zona, decidimos probar el famoso zumo de granada (5 TYR). Riquiiiiiiiiiiisimo. Le iba a encantar al padre de Isaac, un amante de las granadas en todas sus variedades (esta seguro que no la ha probado, jaja). También aprovechamos comprar agua y alguna otra cosilla (2 TYR) y, ahora si, descansar una horita.
La noche cae, y con ella su embrujo. Embrujo diferente al vivido aquella noche en Santa Monica o el que encontramos en la parte vieja de la Habana. El 80% de los turistas han desaparecido, y lo que antes eran colas y puestecillos, ahora son Santa Sofia y la Mezquita Azul, separadas por una fuente de colores, iluminadas en el silencio de la noche. Realmente preciosos.
Pero lo que realmente estremece es pararse a observar el patio de la Mezquita Azul, completamente vacio, mojado por el intesante goteo de un día gris, ahora sumergido en un halo de magia y misticismo.
La Calle Divan Yolu (I) si se encuentra realmente animada y bonita a estas horas, llena de colores, tranvías arriba y abajo y luces de Navidad.
La gente llena a estas horas decenas de restaurantes de todo tipo a lo largo de la calle, o las callejuelas transversales, a cual más apetecedor (¿existe esta palabra?)
En una de las callejuelas encontramos uno que no resulta familiar de leer en los foros de viajes, un tal Amedros. Venga vale, vamos a probar, tiene bastantes platos tipicos turcos.
Pero antes reservamos, porque justo al lado hemos visto que va a empezar un espectáculo de Derviches (50 TYR cada uno). Realmente no teníamos pensando en absoluto ver uno, pero ... ¿por qué no?
Los Derviches o Mevlevís son una orden de Turquía, fundada por los discípulos del gran poeta Sufí Jalal al-Din Muhammad Rumi en el siglo XIII y que tienen una famosa ceremonia llamada Sema consistente en una especie de meditación acompañada de flautas y tambores mientras unos bailarines giradores representan una especie de "ascensión espiritual".
El concepto en si es realmente esotérico y apasionante, y habíamos leido que había varios lugares famosos para verlos en Estambul (la estación de Sirkeci por ejemplo), pero... ¿por qué no improvisar? En cualquier caso, es algo que consideramos que hay que ver (no se puede hablar de las cosas sin conocerlas) pero no acabó de engancharnos especialmente en ninguno de sus sentidos (ni la música, ni el ritual, ni el "espectáculo").
1 horita después si estábamos viendo un espectáculo realmente apasionante justo en frente, en el restaurante Amedros donde habíamos reservado mesa. Se trataba de un "Testi Kebap" que estaban sirviendo a unos clientes, mientras todo el restaurante sacaba sus cámaras. En concreto, se trata de una vasija con un contenido de carne estofada o algo así, que calientan a fuego delante de ti para posteriormente romper la vasija y completar el plato.
Nosotros, hoy, hemos decidido probar, además de unos calamares, el Sehzade Tauk y el Sultan Tauk, además de una cervecita, un zumo, café, té y chupito. El primero es una especie de pechuga de pollo llamada Pollo a lo Sultan, que combina una salsa de queso con champiñones y todo gratinado (riquisimo). El segundo son unos trozos de pollo partidos con una salsa especial completada con pasas, almendras y piñones (más rico todavía). Eso si, caro, muy caro (161 TYR)
Ah, Estambul es a los gatos, lo que Bucarest a los perros. Es decir, !!hay gatos hasta en la vasija esa (seguroooo)!!. Vaya epidemia. Esto no rompe para nada la magia de las calles empedradas de la zona vieja.
!! Narguile !! !! Narguile !! !! Sishaa !! !! Sishaa !! ¿A alguien se le caen los "ojitos"? Creemos que no habrá que animar el sueño esta noche... y mañana nos espera "el otro Estambul". !!Hasta mañana a todos!! ¿Alguién quiere algo de kofte? Como repiteeee, jjajaja
Isaac y Paula, desde Estambul (Turquia)
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