Qué ver en Piran, ciudad veneciana en la costa eslovena (y Koper)

Ljubljana, Maribor, Ptuj, Celje, el Parque Natural de Triglav, el Lago Bled... Por algo consideran a Eslovenia una de las "joyas más desconocidas" de Europa aunque quizás su mala conexión con España (aunque realmente desde Venecia está a tiro de piedra) ayude para esa calificación. En todo caso, y ya cuando en nuestra cabeza estaba el regreso, Istria, la mayor península del mar Adriático, nos presenta algunas de las poblaciones más hermosas de la costa de Eslovenia como Koper o Izola pero, muy especialmente, Piran, una ciudad que conserva cultura, arquitectura y legado de la época de la República de Venecia.

Atrás dejamos las poblaciones más navideñas que hemos visitado en este precioso viaje para ir acercándonos al Golfo de Trieste donde mañana volveremos a cruzar la frontera para regresar a España desde el Aeropuerto Marco Polo donde aterrizamos hace ya una semana.

Planificando la ruta del día: Lago Bled - Koper - Piran

Como siempre, planificación y elección de las paradas no faltan en el itinerario del día para que valores todas tus alternativas. El nuestro ha sido el siguiente (clic para verlo en Google Maps)

Tras desayunar tranquilamente en Bled, hemos puesto ruta de unos 160 km y 1 h 40 minutos hasta la población costera de Koper donde hay un gran parking en la misma entrada al pueblo. Tras visitarla, pasear y comer en ella, hemos bordeado la costa dejando Izola hasta Piran en otros 18 km - 25 minutos donde pasaremos la noche, lo cual nos ha permitido atravesar la barrera y dejar a las chicas y el equipaje en el hotel antes de llevar el coche al parking habilitado a las afueras.

Distancia recorrida en la jornada: 171 km
Coche utilizado en el viaje: Peugeot 308 130 CV Diésel reservado con Rentalcars con Cobertura Premium por si tuviéramos algún problema. Ya tenéis disponible el artículo "Alquiler de coche en Eslovenia (desde Venecia) con comparativa"
Hotel elegido para dormir en Piran: Art Hotel Tartini (ubicado justo en la plaza principal)
Excursiones alternativas al coche desde Ljubljana: Excursión a Piran y a las cuevas de Škocjan.
Circuito desde Venecia para los que no quieran alquilar coche: Circuito de 8 días por Eslovenia desde Venecia con guía en español que incluye recogida en aeropuerto, alojamientos, desayunos, traslados, teleférico y todas las entradas

¿Qué ver entre el Lago Bled y Piran?

Nuestras paradas han sido Koper y Piran pero si no fuese porque quizás son demasiadas escaleras algo peligrosas para ir con Oli, este día hubiésemos añadido las cuevas de Škocjan. El trayecto entre Lago Bled y Ljubljana es el mismo en sentido contrario que el del relato "Lago Bled en Navidad y alrededores (Škofja Loka, Radovljica..)", es decir, el de posibles visitas a Radovljica, Kranj, Velika Planina, Kamnik y Škofja Loka. El resto os lo dejamos en el siguiente listado de paradas alternativas (muchos no aparecen ni en las guías habituales -con los más interesantes-):

- Idrija, la ciudad minera más antigua de Eslovenia con la segunda mina de mercurio más grande del mundo y Patrimonio de la UNESCO. Requiere desviarse un poco del camino.
-  Grutas de Škocjan, las más impresionantes con cinco kilómetros de caminos subterráneos y Patrimonio de la UNESCO. ¡Volveremos!
- Hrastovlje, aldea con una Iglesia románica de la Santa Trinidad y un famoso fresco de la Danza de la muerte.
-  Koper, población con un precioso casco antiguo medieval de influencias venecianas
- Izola, antiguo asentamiento romano, ahora turístico.
- Reserva Natural de Strunjan, enclave con acantilados de más de 80 metros de altura.
-  Piran, la ciudad más bonita de la costa eslovena con su arquitectura venciana
- Portoroz, ciudad pensada para el turismo de playa, con SPA y lujosos hoteles.
-  Parque natural de las Salinas de Secovlje, las salinas más grandes de Eslovenia

Acuérdate que no es posible verlo todo en una jornada y que mejor disfrutar de lo que elijas antes que abarcar muchas cosas.

Koper, bienvenida a la Istria eslovena y ciudad con el puerto más importante

Es una pena pero ya empezamos a sentir que este viaje navideño, el primero de Olivia, se acaba. Quizás por eso nos hemos tomado con mucha calma la salida de hoy y así también disfrutar de un último paseo por Bled. (¡Oli, ese regalo no es tuyo! jaja)

Según hemos cogido el coche, la pequeñaja ha caído dormida, con lo cual hemos vuelto a debatir sobre la parada en las Grutas de Škocjan. En otras condiciones, hoy madrugaríamos más y hubiera sido el día ideal para la visita (no lo haríamos el día de la "Cueva Postojna y Castillo Predjama" como ya comentamos en ese artículo aunque entendemos que hay ritmos para todo, pero ni en nuestros tiempos en los que más queríamos abarcar lo hubiésemos planteado). No obstante, tendrán que quedar para una Eslovenia en verano que haremos en el futuro porque ya nos puede el cansancio y quizás esas 2 horas de la ruta corta en la que recorres más de 500 escalones no son lo ideal para una peque de 1 año. Total que entre unas cosas y otras hemos llegado alrededor de las 12'00 a nuestra primera parada, Koper, que junto a Piran es la ciudad más bonita para ver de la Istria eslovena (y quizás Izola si quisieras una tercera)

Tras dejar el coche en un amplio aparcamiento, hoy gratuito porque es festivo, nos hemos acercado al Casco Histórico Medieval que es una verdadera maravilla. Además la gente está aprovechando el día en las terrazas cercanas al puerto con lo que visitarlo resulta mucho más agradable. Koper es un asentamiento que data del S.XV a.C. y en su día fue una isla que se fue uniendo a tierra firme en tiempos ya de la República de Venecia. Hoy el paseo te lleva por la puerta renacentista de 1516 Porta della Muda, principal de la ciudad, Presernov Trg con su  fuente y Capilla de San Basso, el Puente De Ponte, un Puente Rialto veneciano en pequeñito, y muy especialmente la Plaza de Tito

Solo por esta plaza ya merece una parada Koper, y eso que hoy hay montada una pista de patinaje. Parece ser que es considerada como una de las plazas más hermosas con su Catedral del S.XII, dedicada a la Asunción de la Virgen María de estilo gótico interior, renacentista superior e interior barroco, y Campanario (Campanil) que realmente era una fortificación románica. También aquí podemos admirar la Foresteria y Armería enfrente de la Catedral de los siglos XV y XVI y el Palacio Pretorio del año 1452 que tras muchas "mutaciones" ha acabado siendo el Ayuntamiento de Koper. Finalmente, otro lado de la pista, la sede del cabildo de los ciudadanos o Logia del siglo XV al XVII con sus arcos y escudos nobiliarios y donde han montado un moderno café con terraza que nos va a acoger en uno de esos piscolabis que se agradecen en cualquier momento (4.20 EUR) además de aprovechar para darle de comer a Olivia.

Hay muchos más monumentos para los amantes de la arquitectura como la Iglesia de San Elio, el almacén de grano del S.XIV de la Plaza Brolo con sus ventanas góticas y renacentistas, la Iglesia de San Giacomo, la Casa de Carpaccio en la Plaza Carpaccio, la Taverna o Antiguo Almacén de Sal, la Casa del pintor Vittore Carpaccio y algún que otro museo pero, como siempre decimos, lo mejor es dejarse llevar y respirar su atmósfera medieval, incluso perdiéndose por las calles de menor bullicios, donde te encuentras de casualidad con el Palazzo Carli, un palacio del s.XVIII con el pozo más antiguo de la ciudad.

Por cierto, es dificil de descifrar la fuente de la Plaza de Prešeren, nombrada anteriormente, llamada Fuente Da Ponte, que data de 1666 y tiene la forma de un puente con quince pilastras alrededor y las armas de las familias nobles que la financiaron.

Al parecer en el siglo XVI hubo una terrible escasez de agua y las cisternas de agua de lluvia eran insuficientes por lo que se realizaron canalizaciones desde un manantial.

Antes de abandonar Koper aprovechamos para ver el puerto deportivo y acabar el paseo aunque esta zona ya es muy turística y moderna con lo cual no quisimos robarle tiempo a Piran, pasando antes en ruta por los alrededores de Izola y los Acantilados de Strunjan: los acantilados más altos de la costa del Adriático.

Piran, una ciudad veneciana en la costa de Eslovenia

Adentrarse en esta zona de costa de Eslovenia sirve para refrescarle a uno la memoria y no desmerecer una de las áreas más bonitas del país, eclipsada por sus vecinas Italia y Croacia. Son solo 47 kilómetros de litoral pero Piran es el claro ejemplo de esa población tranquila y cautivadora que uno busca en sus viajes aunque últimamente haya desatado pasiones y hayan tenido que regularlo, especialmente en meses de Julio y Agosto.

Habíamos leído sobre ello y no íbamos a desaprovechar la oportunidad de alojarnos en plena plaza principal en el Art Hotel Tartini, un edificio reformado pero histórico que nos traslada a tiempos de la República de Venecia al otro lado del Golfo de Trieste.

EL VIAJE A VISTA DE OLI: Aparcando en Piran paso a paso

El hecho de tener alojamiento en Piran nos ha facilitado las maniobras con la pequeña Oli. A Piran no se puede acceder con coche ya que hay una barrera que lo prohibe y dos aparcamiento disuasorios a las afueras donde dejas tu vehículo para posteriormente subirte a un bus que pasa cada poco, en el primero, el de Fornace. Sin embargo, teniendo reserva de hotel sí te permiten pasar esa barrera unos 30 minutos y dejar tus cosas antes de volver al parking y, en nuestro caso, teníamos plaza habilitada para ello a pocos metros de la Plaza Tartini y al otro lado de un pasadizo que te lleva directamente a recepción si tener que ir a la entrada principal.

Posteriormente, tras hacer el check-in, subir el equipaje y dejar a la pequeña Oli y a Paula en la habitación, te llevas el coche y lo dejas en el aparcamiento que quieras donde tendrás un precio especial por estar alojado en la ciudad.

La vuelta se hace en el bus pero si la haces andando no te llevará más de 15 minutos el regreso. Esa fue mi opción pues con semejante día no podía desaprovechar para sacar unas bonitas fotos.

El autocar es más bien un microbús como el que aparece en la foto y sus intervalos son suficientes

De regreso al hotel, por cierto todo un acierto con una habitación que recuerda tiempos pasados pero un edificio moderno y recién rehabilitado, ya estaban mis chicas esperándome.

Oli no ha dormido nada aún y con su añito recién cumplido todavía hace la siesta de la mañana y la tarde. Paula también se encuentra bastante cansada por lo que hemos decidido que se quedarían a dormir un rato mientras yo me voy colina arriba a buscar las murallas de la ciudad, que he leído que merecen mucho la pena

No hay casi gente y pasear por las callejuelas estrechas de lo que fue una antigua ciudad portuaria, libre de coches y ambientada en el gótico veneciano tan característico, es de los mejores momentos que he disfrutado en el viaje.. y cuando anochezca con las chicas lo será más.

Así, casi sin darme cuenta, he llegado a lo que son los restos de las murallas que rodeaban la población en la parte más alta donde, además de las llamadas puertas Marciana y Rašpor, se puede acceder a varios tramos a través de un torno para subir a ellos (había leído que había que pagar un euro pero no tuve que hacerlo -es posible que a lo mejor por ser festivo fuese gratis-) y tener la mejor vista de la ciudad junto a la del campanario de la Iglesia de San Pedro.

Desde aquí se ve el Piran (o Pirano en italiano) de murallas, palacios, iglesias, casas de comerciantes, plazas y callejuelas que la hacen ser un tesoro enclavado en la Istria eslovena, un pueblo de ensueño que desde sus alturas enamora todavía más y por donde pasaron eslavos, bizantinos y francos antes que los venecianos la reformaran ya en siglo XIII.

De hecho, por su privilegiado emplazamiento, se cree que su nombre procede del término fuego derivado del  griego "pyr" en referencia a las hogueras que se hacían en su antiguo faro para guiar a los barcos aunque para verlo mejor me voy a acercar hasta otro de los puntos elevados que más impactan, el Campanil.

Este campanario de 46.50 metros y 146 escalones (2 EUR subir) datado del 1608 imitando al de la Plaza de San Marcos de Venecia y con una estatua del Arcángel San Miguel en lo alto es, al menos para mi, el mejor punto para disfrutar el Casco Histórico de Piran y más si lo haces al atardecer donde el sol desaparece por el horizonte dejando una luz espectacular.

Piran es un imprescindible de Eslovenia, capaz dectrasladarte en el tiempo desde sus laberínticas callejuelas o sus empinadas cuestas y si tuviera canales ya no tendría duda de su claro parecido a la inigualable Venecia del otro lado del Adriático.

A lo lejos se puede ver también la Iglesia de San Clemente de estilo renacentista del S.XIII con su inconfundible torre circular y el Faro de San Clemente que dio nombre a la ciudad en su momento.

¿Estarán ya despiertas Paula y Oli? Mañana antes de irnos volveremos a visitar la Catedral, un templo del S.XVII de estilo barroco y renacentista, edificado sobre una antigua iglesia gótica de 1344 y el Baptisterio que se añadió en 1650, así que bajo apresurado la colina (que maravilla de callejuelas a estas horas) para dirigirme a la plaza principal.

El cielo se torna morado dejando uno de los atardeceres más bonitos que hemos podido disfrutar en este viaje y que descubro que las chicas también lo están viendo desde la habitación. La Plaza Tartini es una verdadera maravilla, el centro neurálgico de la ciudad donde se situaba anteriormente el puerto y que en 1884 fue rellenada para dar lugar a una plazoleta que recoge la estatua del músico y violinista Giuseppe Tartini (natural de Piran), el Palacio Comunal, la Casa de Tartini (la más antigua de color pastel y que es visitable), una pequeña iglesia de San Pedro y la espectacular Casa Veneciana, la más llamativa, todo un palacio de mediados del S.XV de estilo barroco veneciano con balcón y tres ventanas.

¿Ya estáis listas y Oli abrigadita? Hoy hace especialmente frío, posiblemente por la humedad de estar cerca del mar

Desde el Puerto pesquero al Faro de San Clemente hay un paseo marítimo lleno de terrazas que deben estar a rebosar en verano aunque no vamos a desaprovechar la oportunidad de sentirnos un poco en esa Venecia que no tocaremos en este viaje (lo hicimos meses después con Oli y ya está disponible en "Viaje a Venecia") que aparece en cuanto se van los turistas.

Restos de las murallas, Catedral de San Jorge con su campanario y batipsterio, Faro e Iglesia de San Clemente, Plaza Tartini y todos sus edificios y monumentos históricos, Puerto.. son quizás los imprescindibles que no debes olvidar en tu visita (a los que podrías añadir la Iglesia y claustro de San Francisco, un Acuario o un Museo de las Conchas, Marítimo o de Actividades Submarinas o incluyo sus playas si vienes en verano) pero si algo te va a cautivar en Piran es el momento en que te dejas llevar y apareces en lugares como la plaza Trg 1 Maja, conocida en el pasado veneciano como Piazza Vecchia. Por cierto, estamos en el paraíso de la sal (por las salinas cercanas) por si buscas un recuerdo

Aquí parece ser que también hay una bonita Navidad (todavía queda el árbol y la iluminación) pero ya no la disfrutamos a 2 de Enero pues han acabado los festejos. De regreso a la Plaza Tartini, tras coger unas pizzas hoy para cenar en el hotel (20.80 EUR) y unos café (4.60 EUR), mencionar también el edificio neorenacentista del ayuntamiento datado de 1879 y los tribunales. Acaba así otra jornada de un viaje inolvidable por la Eslovenia en invierno con los principales atractivos que ver en Piran y Koper, dos de las ciudades más bonitas de la costa del Adriático. ¡Si! Eslovenia tiene costa y muy hermosa.

Isaac, Paula y Oli, desde Piran (Eslovenia)

GASTOS DEL DÍA: 47.10 EUR