Egipto está típicamente relacionado con desierto, esfinges y monumentos milenarios. Lo confirman las más de 14 millones de personas que viajan a este país solo a conocer las pirámides de Giza. Sin embargo, ¿sabías que Egipto también alberga algunas de las playas más sorprendentes del norte de África? A pesar de su ubicación geográfica, pocos lo sospechan.
Desde el mar Rojo hasta el Mediterráneo, su costa se extiende a lo largo de más de 2 mil kilómetros, ofreciendo paisajes espectaculares, aguas cálidas y rincones perfectos para desconectar. Además, gracias a su clima soleado durante gran parte del año, Egipto es ideal tanto para quienes buscan descanso como para los aficionados al buceo, al snorkel o al mar en estado puro.
Por eso, de la mano de HandyVisas, te traemos este recorrido por las mejores playas de Egipto para que organices un plan veraniego fuera de lo convencional en esta tierra milenaria.
- Sharm El Sheikh, el paraíso del buceo
- Hurgada, sol todo el año y deportes acuáticos
- Dahab, el rincón bohemio del Sinaí
- Marsa Alam, naturaleza virgen bajo el agua
- Alejandría, playa con sabor a historia
- Qué hace únicas a las playas de Egipto
- Cuál es la mejor época para viajar a la costa egipcia
- ¿Dónde alojarse? Opciones para todos los bolsillos
- Consejos para reservar
- Un viaje entre mares y civilizaciones
Sharm El Sheikh, el paraíso del buceo
Situada en el extremo sur de la península del Sinaí, Sharm El Sheikh es uno de los destinos más emblemáticos para los amantes del mar Rojo. Su agua turquesa, sus arrecifes de coral perfectamente conservados y la enorme biodiversidad marina convierten este lugar en una meca para el submarinismo.
Además, su oferta hotelera es muy amplia y cuenta con una animada vida nocturna. Desde allí también es posible visitar el Parque Nacional de Ras Mohammed o navegar hasta la isla de Tirán.
Hurgada, sol todo el año y deportes acuáticos
Jamás imaginarías que hace pocas décadas Hurgada era un pueblo de pescadores. Y es que hoy en día es una ciudad moderna, cómoda y adaptada al turismo. Lo mejor es que sus playas son amplias, de arena dorada, y sus aguas son tranquilas y templadas incluso en invierno.
Es un lugar muy familiar, por un lado, pero también ideal para quienes quieren practicar deportes como windsurf, kitesurf o submarinismo. Desde sus puertos zarpan excursiones a las islas Giftun, uno de los mejores enclaves marinos del país.
Otra escapada muy popular desde Hurgada es la visita a El Gouna, un resort diseñado con arquitectura tradicional que recuerda a Venecia, pero en versión egipcia. Una pasada.
Dahab, el rincón bohemio del Sinaí
A unas dos horas al norte de Sharm El Sheikh, Dahab mantiene un espíritu mucho más relajado y alternativo. Su estética sencilla, sus alojamientos asequibles y su estilo de vida pausado atraen a mochileros, yoguis y amantes del mar sin artificios.
El Blue Hole, una cueva submarina natural, es uno de los puntos de inmersión más conocidos del mundo. También se puede hacer snorkel desde la orilla, montar en camello por la costa o apuntarse a clases de yoga junto al mar.
Marsa Alam, naturaleza virgen bajo el agua
Más alejada y mucho menos masificada que sus vecinas del norte, Marsa Alam es la gran joya escondida del mar Rojo. Sus fondos marinos albergan corales intactos y especies difíciles de encontrar en otras zonas más explotadas, como manatíes o tortugas verdes.
Además del buceo, es habitual hacer safaris por el desierto o alojarse en ecolodges que combinan sostenibilidad y confort. Es un destino muy valorado por viajeros que buscan desconectar en plena naturaleza.
Alejandría, playa con sabor a historia
La ciudad fundada por Alejandro Magno ofrece al visitante una mezcla fascinante de mar y cultura. Situada a orillas del Mediterráneo, Alejandría conserva monumentos romanos, palacios otomanos y una historia que se respira en cada rincón.
Aunque es verdad que sus playas no son tan espectaculares como las del mar Rojo, igual tienen el encanto de lo auténtico.
Pasear por el malecón, degustar pescado fresco o visitar lugares como las Catacumbas de Kom el Shoqafa o el Palacio de Montazah hacen de Alejandría un destino singular, perfecto para quienes buscan algo más que toalla y sombrilla.
Qué hace únicas a las playas de Egipto
La clave es que Egipto no compite con otros destinos mundialmente conocidos en esta categoría simplemente por tener buenas playas: su verdadera fuerza está en el contraste.
Imagina que mientras tomas el sol o nadas en aguas cálidas, puedes estar a solo unos kilómetros de monumentos con más de 3.000 años de antigüedad, esto es algo que pocos destinos pueden ofrecer.
Además, las aguas del mar Rojo son de una transparencia excepcional, ideales para quienes desean practicar snorkel sin complicaciones. La biodiversidad marina es sorprendente, con más de mil especies distintas, incluidos peces de colores, tortugas y hasta delfines.
A esto se suma la posibilidad de alternar los días de playa con excursiones a templos, oasis o desiertos. Todo ello convierte a Egipto en un destino muy completo y diferente.
Cuál es la mejor época para viajar a la costa egipcia
El clima egipcio varía según la zona, pero en general las temperaturas son cálidas todo el año. Las regiones costeras del mar Rojo gozan de inviernos suaves y veranos calurosos.
La primavera y el otoño son, sin duda, las estaciones más agradables para disfrutar de la playa sin agobios, con temperaturas en torno a los 25-30 grados.
Los meses de verano (junio, julio y agosto) pueden superar los 40 grados, especialmente lejos del mar, por lo que conviene evitar las horas centrales del día.
Entre diciembre y febrero, muchos europeos eligen Egipto para escapar del frío, por lo que los precios suben y la ocupación hotelera también.
Si lo que se busca es bucear o hacer snorkel, los mejores meses son abril, mayo, septiembre y octubre, cuando la temperatura del agua es más agradable y la visibilidad bajo el agua es excelente.
¿Dónde alojarse? Opciones para todos los bolsillos
Egipto tiene una oferta muy variada de alojamiento junto al mar. Desde resorts de cinco estrellas con todo incluido hasta pensiones sencillas y hostales gestionados por familias locales.
En lugares como Sharm El Sheikh o Hurghada abundan los hoteles con acceso directo a la playa, piscina y spa. Muchos ofrecen actividades para niños, ideal para familias que viajan con pequeños.
En zonas más tranquilas como Dahab o Marsa Alam es común encontrar ecolodges o bungalós frente al mar, donde prima la conexión con el entorno y el descanso sin prisas.
Para los más ahorradores, Alejandría cuenta con opciones económicas sin renunciar a cierta comodidad.
Consejos para reservar
- Reserva con antelación si planeas viajar en temporada alta (invierno o Semana Santa).
- Consulta si el hotel incluye traslado desde el aeropuerto o excursiones acuáticas.
- Revisa opiniones recientes de otros viajeros en plataformas fiables.
- Comprueba si hay tasas extra por acceso a zonas de playa o por servicios como Wi-Fi.
Un viaje entre mares y civilizaciones
Viajar a Egipto por sus playas es abrir la puerta a un destino sorprendente. Puedes sumergirte en arrecifes de coral, degustar pescado fresco al anochecer o visitar un templo faraónico a pocos kilómetros del mar. Es una experiencia que combina descanso, aventura y cultura como pocos países pueden hacerlo.
Las playas egipcias no son solo un lugar para broncearse. Son el punto de partida para entender mejor un país lleno de contrastes, donde el mar, el desierto y la historia conviven en armonía.
Así que si estás buscando un destino diferente para tus próximas vacaciones al sol… pon Egipto en tu lista.