Fue en el año 1990 cuando por fin este área del Lago Inle, uno de los atractivos turísticos de Myanmar, se abriera definitivamente al viajero. Hasta entonces su hermetismo era tan absoluto que quizás gracias a eso hoy pudimos ver lo que vimos, uno de los pueblos más auténticos de toda la aventura birmana.
NOTA IMPORTANTE: Esta guía/diario se realizó en la v2 de esta web (2007), cuando escribíamos sólo y exclusivamente para la familia, por lo que no tiene la calidad deseada. No obstante, te servirá para llevarte una impresión general de lo que es Myanmar. Está en nuestros planes regresar pronto a este destino para "remasterizarla".
Y para ello el día comenzaba muy temprano, en nuestra ya conocida barca motora con la que tantas veces hemos atravesado estos días el lago. !!Hora de despertar!!
Si ayer abandonáramos los dominios del Lago para acercarnos a uno de esos lugares que impactan, Kakku, la joya del territorio Pa-O, hoy vamos a introducirnos por uno de sus riachuelos buscando nuestros destino final. Posteriormente iremos directamente al embarcadero principal para trasladarnos al Aeropuerto de vuelta a la capital, Yangon.
Si algo realmente emociona en este particular trayecto, es ver la vida que rodea al río. La gente hace su vida ignorando cualquier intento externo de alteración, es decir, nosotros, y de la manera más manual posible traslada sus "paquetes" recogidos bajo el intenso sol que no nos ha abandonado en ya 17 días de epopeya.
Las casas, granjas o improvisados templos de este área no mejoran los visto en días anteriores en esta particular Venecia de Myanmar, y en algunos casos parece más en estado de abandono que de tener un uso habitual.
Pero lo que realmente emociona es colocarse en sombrero de Indiana Jones, y surcar el último tramo hasta nuestro destino sorteando la exhuberante vegetación y las cañas de bambú caídas en el agua, y adentrarse en uno de los lugares más mágicos del Lago Inle.
Las serpenteantes y laberinticas entradas de agua finalmente nos conducen a Myaung Ohak, el embarcadero del pueblo "perdido" de Indein, un área llena de colorido, de paisajes, de vida tradicional y donde convivir con las gentes más particulares del interior de Birmania.
Hoy el poblado se viste de improvisado mercadillo local (que parece ser que hay cada 5 días), donde no sólo hay frutos y productos de alimentación, sino que la estrella es la ganadería, propia de esta parte de Asía, con especies vacunas de enormes jorobas y gran tonelaje.
Preguntamos por curiosidad cuanto valen esos enormes y fabulosos búfalos que venden. Por "apenas" 400 dolares te puedes llevar el más grande. !!Son realmente imponentes!! A ”alguno” le hubiesen encantado de regalo de Navidad, jajaja
Atravesamos el pueblo viendo a sus gentes hacer su vida, bañándose en las aguas, recogiendo la cosecha o simplemente tomando el té, y alcanzamos las cotas más altas a través de ocurrentes puentecillos de madera. Comenzamos a subir unas pequeñas escaleras, dejando a un lado puestecillos que nos indican que el turismo ya está instalado en un lugar que antaño era completamente virgen.
Una serie de escaleras columnadas dejan a los laterales decenas de estupas derruidas y atrapadas entre la vegetación. Es el camino que conduce a Shwe Inn Thein, al que llegamos minutos después. un conjunto que guarda los tesoros más ancestrales de la cultura del país.
Este misterioso lugar está comido por la vegetación, cual templos de Ankgor en Camboya, pero se pueden distinguir preciosos murales antiguos, vestigios de figuras y estatuas de tallados en roca y diseños florales de los artistas de la época antigua a la que pertenecen
Las inscripciones de los monumentos religiosos nos dicen que hay reliquias pertenecientes al año 200 del calendario budista (que data del 543 a.C, año de nacimiento de Buda) donadas por el gran misionero emperador Thiridhammam Thawka (rey Asoka). Desde luego los relieves crean del lugar un halo místico realmente especial.
Desgraciadamente no todo es bonito en Shwe Inn Thein. Hace tiempo que el gobierno birmano inicio una restauración del complejo despreciando la magia que desprende las erosionadas estupas invadidas y ocultas tras el musgo de este bello lugar transformándolas a través de cal blanca y pan de oro insertando múltiples placas de donaciones de dudoso toque artístico.
No obstante, todavía son las menos, conservándose todavía el esplendor escénico natural que desprende este rincón de antiguo legado cultural y su impresionante colección de ancestros templos, salas de oración, ermitas y las 804 estupas, antes de regresar al embarcadero para poner rumbo al Aeropuerto
El resto del día nos devolverá a Yangon. Regresando por el mismo canal de agua y atravesando por última vez el gran Lago Inle, ponemos pié a tierra en el embarcadero principal para poner rumbo por carretera al pequeño aeropuerto de Heho. La compañia local Air Mandalay nos vuelve a demostrar que los cursos a distancia por CCC funcionan en todo Myanmar que da gusto. Sino que se lo pregunten al piloto del vuelo, y su curso rápido de contravolanteo entrando cruzado en plena pista de aterrizaje… !!!LA MADRE QUE LO HIZO!!!
La última noche en este apasionante país puede conmigo, así como el cansancio acumulado, y los ojos poco tardan en caer en un profundo sueño. Mañana regresamos
Isaac, foto desde Indein, pero ya desde Yangon (Myanmar)
GASTOS DIA 17: 60$ (aprox 48eu) y 27.500 MMK (aprox 17,6eu)