El río cambia de paisaje a cada momento. A veces se abre paso entre cañones rocosos y otras serpentea el río alejándose de los arenales que dejan los meandos. Lo pienso con perspectiva y este descenso por el río Tsiribihina en "chaland" a motor que comenzamos ayer es esa aventura en el Madagascar más aislado que buscaba antes de salir. Lo que no me imaginaba anoche es que esta jornada iba a convertirse en casi interminable para mi...
En este artículo, te contamos cómo fue nuestro segundo día de aventura por el río, en el que el espectáculo nocturno de ese cielo de estrellas salvó un incidente inesperado.
- Ruta del día: río Tsiribihina
- La cultura y la historia de los sakalava, el pueblo del río Tsiribihina
- La vida local de las aldeas ribereñas
Ruta del día: río Tsiribihina
¿Y cuál fue el incidente? La noche ha sido horrorosa. A eso de las 4 o 5 de la mañana, ya con el sonido de los primeros ferrys cruzando el río, me he empezado a retorcer entre las sábanas y he agradecido tener esta cama con colchón en este campamento de lujo improvisado por los chicos de Indigo Be en medio de la ... NADA. Quizás por eso también son la agencia referente aquí.
Nos levantamos temprano y desayunamos con ganas para volver a la chaland motorizada, unos más que otros y seguir navegando por el río. ¿La ruta del día? Río abajo. No sabría ni decir cuanto hemos avanzado hoy. Mi sitio estaba en la parte de arriba, en una de las hamacas que mis compañeros me han dejado para descansar (muchísimas gracias si lo leéis algún día). Alrededor, la sonrisa siempre amable e nlas orillas. Estamos en tierra de los sakalava-menabe, una etnia que conserva sus tradiciones y su cultura.
🥾 Este relato forma parte de la Remote River Expeditions en un viaje a Madagascar en 17 días con Indigo Be.
La cultura y la historia de los sakalava, el pueblo del río Tsiribihina
Me hubiera gustado tener un relato más detallado de esta jornada, os invito a leer la de mi compañero de aventura Ignacio que es una verdadera poesía fotográfica, pero mi desfallecimiento llegó en el momento que nuestra barcaza paró junto a la localidad de Begidro, conocida por sus plantaciones de tabaco y no fui capaz ni desembarcar. Suero y omeprazol, y la suerte de tener una compañera de viaje enfermera (muchas gracias Zoraida).
Sin cuerpo, ni casi alma, si pude luego irme enterando de la visita y del lugar en que nos encontramos. Estas comunidades dependen en gran medida del río para su sustento, y compartir momentos con ellos permite conocer su cultura y forma de vida. Al final te das cuenta que esta gran arteria de agua lo es todo para ellos, no solo su forma de moverse sino también su mercado y su vida.
El nombre sakalava significa “los de los valles largos” o “los de los ríos”, ya que se asentaron junto al río Sakalava. Uno de sus pueblos más importantes es Belo-sur-Tsiribihina, que se encuentra en la ribera norte del río Tsiribihina y guarda las reliquias de los antiguos reyes sakalava y hasta el llegaremos mañana (Fotos de stock -recuerda, yo no pude bajar-)
Los sakalava son expertos pescadores, herederos de una antigua cultura proto-malgache, que se refleja en sus embarcaciones y en su forma de vida. Los sakalava tienen una sociedad compleja, donde cada persona tiene un lugar definido por su nacimiento, su edad y su linaje, siguiendo unas normas que han perdurado durante siglos.
Su fe y cultura se basan en el respeto y el amor a sus antepasados y a su dios creador. Para ellos, la vida no termina con la muerte, sino que continúa en otro plano, por eso, cada año celebran el festejo de los muertos, una ceremonia sagrada. La noche anterior, tiene un ritual de fertilidad muy especial: una orgía sexual en la que todos los miembros de la comunidad participan libremente, sin importar su edad o su estado civil.
La vida local de las aldeas ribereñas
La gente que vive en este valle son un pueblo orgulloso de su cultura y su historia, que se expresa en sus obras de arte, su música y su religión. Cuando caminas por el valle, puedes ver sus tumbas coloridas y adornadas con símbolos de sus antepasados, ya que creen que sus espíritus los protegen y los guían, y por eso les hacen ofrendas y ceremonias.
También se escuchan sus melodías alegres y rítmicas, que tocan con instrumentos hechos por ellos mismos, como tambores, flautas y maracas.
Aquí, el fokonolona es muy importante, un grupo de ancianos que se reúnen para tomar las decisiones que afectan a toda la comunidad. Ellos son los que deciden qué hacer con la tierra, el agua, los animales y los recursos. También son los que se ocupan de resolver los problemas que surgen entre los vecinos, de castigar a los que cometen faltas y de perdonar a los que se arrepienten.
PINCELADAS PARA ENTENDER MADAGASCAR (VOL. 3):
En la isla de Madagascar, hay personas que se supone que tienen el don de curar a los enfermos con sus manos, sus palabras y sus plantas. Se llaman ombiasy, que significa “los que saben” en malgache. Son los guardianes de una sabiduría ancestral que combina la ciencia de la naturaleza con el arte de lo sagrado.
Conocen los secretos de las hierbas, las raíces y las cortezas que pueden aliviar el dolor, sanar las heridas y combatir las enfermedades. Pero también saben cómo comunicarse con los espíritus de los antepasados, los animales y los elementos, que pueden influir en el destino de las personas.
El clima durante el descenso por el río Tsiribihina suele ser cálido y húmedo, por lo que es importante llevar ropa ligera y protector solar. Y en mi caso, una estricta dieta y medicamentos, lo cual es una pena porque los cocineros son un espectáculo. Cada comida es más apetecible que la anterior...
He bajado a intentar comer algo aunque no he sido capaz de meter demasiado aunque ya me he quedado un rato en la parte inferior de nuestra chaland. Dicen que es recomendable llevar repelente de insectos, ya que la región es conocida por su población de mosquitos, pero la verdad es que en esta época no hemos visto ni el primero. Lo que si hemos visto son los famosos cocodrilos, uno pequeño y uno grande, además de un área de bastante congregación de nidos de aves entre cañones.
La última parada ha sido para abastecernos de madera para la noche. Al final, esto no deja de ser una aventura en el Madagascar más aislado, y toda comodidad se vuelve básica, lo que convierte el viaje en esa huida del "mundo" que muchos buscamos.
Posiblemente yo no tenga el mejor recuerdo de esta jornada, para mi lo importante era recuperarme, pero se que mis compañeros han gozado especialmente cuando han visto el lugar donde íbamos a acampar hoy, donde estaría el fuego posterior y donde haríamos la cena entre cantos y bailes locales bajo un cielo de estrellas simplemente maravilloso.
Una cosa importante que llamó mi atención cuando preparaba el viaje era el aviso en la MAEC de "En los ríos deben usarse embarcaciones de motor para poder huir de posibles asaltos.". La realidad es que antes de 2020 si hubo algunos asaltos pero el gobierno tomó la medida de hacer las acampadas libres en áreas protegidas y vigiladas como en la que dormimos hoy, junto a otras chaland turísticas que hacen el descenso del río. Así que si buscáis información, aquí tenéis la respuesta.
Así acaba otro día de aventura por el río Tsiribihina, navegando por paisajes increíbles, viendo animales fascinantes y disfrutando de la hospitalidad de la gente de Madagascar. Además, ¡me encuentro mejor! así que afrontamos mañana el que será nuestro último día en el río para continuar el viaje.
Isaac, junto al grupo IndigoBe, desde el río Tsiribihina (Madagascar)