Cuando decidí "alistarme" a este Remote River Expedition tenía claro que había una experiencia que podía ser diferencial respecto a otras rutas y esa era ésta que empezábamos hoy: el descenso por el río Tsiribihina. Durante tres días recorreremos en una "chaland" tradicional a motor uno de los ríos más escénicos y sorprendentes del país, dándonos la oportunidad de ver paisajes, acercarnos a la cultura sakalava, la etnia local que vive de la pesca y la agricultura, y acampar en plena naturaleza.
Posiblemente, el sur suele formar parte de las rutas turísticas más habituales del país pero algo me decía que este destino pedía algo diferente.
- Ruta del día: Miandrivazo - río Tsiribihina
- Hacía el embarcadero del río Tsiribihina (con nuevo avistamiento de camaleón)
- Descenso por el río Tsiribihina en "chaland" tradicional a motor
- La fauna salvaje del río y Nosin’ Ampela, “la cascada que no se seca”
Ruta del día: Miandrivazo - río Tsiribihina
Hoy no tenemos madrugón así que hemos hecho un desayuno bastante completo en el Eden de la Tsiribihina antes de dirigirnos al embarcadero de Miandrivazo.
Allí nos espera una “chaland” a motor, una embarcación típica de la etnia sakalava, que nos llevará por el río Tsiribihina.
En esta aventura, que durará tres días, fluiremos lentamente con el río y el paisaje que lo rodea: árboles, plantas, aves y otros animales que viven en la ribera. ¡Y de la mano de los sakalava! de los que te hablamos un poquito más abajo.
🥾 Este relato forma parte de la Remote River Expeditions en un viaje a Madagascar en 17 días con Indigo Be.
Hacía el embarcadero del río Tsiribihina (con nuevo avistamiento de camaleón)
Tengo que admitir que este alojamiento, sin ser una maravilla en cuanto a sus cabañas, está suficientemente alejado de todo como para ser un buen remanso de paz y así hemos aprovechado estos minutos de la mañana. El grupo está emocionado ya que, ahora sí, el viaje comienza...
¿Qué es eso que ven mis ojos? ¡Otro camaleón! ¡Qué animal más maravilloso! ¿Os he dicho ya que es mi favorito? Aunque inicialmente tenía anotado que podía ser un camaleón pantera, creo que es la misma especie de ayer, un camaleón de Oustalet pero mutado en otro color diferente
Lo decía ayer pero ahora más, uno de mis grandes objetivos del viaje es poder ver uno transformado en ese color verde de las grandes portadas de revistas. ¿Lo lograremos?
El camino hasta el embarcadero es casi de arena. Sin jeep en este país casi sería imposible llegar más allá de la N7 y a duras penas. Allí nos espera la que será nuestra embarcación.
De hecho, hay 2 o 3 preparadas para partir así que estos días tendremos compañía. ¿Listos compañeros? ¿Esther? ¿Juani?
Hubo un tiempo en que descender este río llegó a ser peligroso, con algunos asaltos, especialmente cuando se hacía en piragua (por cierto, vaya paliza con esta solaina). Sin embargo, ahora las zonas de acampadas nocturnas están protegidas y ya hace mucho tiempo que no ha habido más sucesos de este estilo.
Rodeados de niños, la que será nuestra tripulación comienza a cargar enormes bloques de hielo en la nevera en nuestra chaland.
¿Todo listo? ¿Ahora sí? Son alrededor de las 10'30 cuando nuestra embarcación comienza a alejarse del "muelle improvisado" río abajo de Miandrivazo.
3 largas jornadas de ruta tranquila nos esperan por delante...
Descenso por el río Tsiribihina en "chaland" tradicional a motor
El Tsiribihina es un río que nace en las tierras altas de Madagascar. Su nombre significa “agua que no se bebe” en malgache, debido a su color marrón rojizo que no es muy apetecible. ¿Sabes por qué? Porque arrastra la tierra roja erosiona su cauce a lo largo de más de 500 kilómetros. Es un color que lo distingue de otros ríos y le da orgullo de su procedencia.
Nuestra chaland a motor, así como las que llevamos delante, van haciendo S en su navegar, buscando esquivar los bancos de arena que se acumulan en los meandros.
¿Qué son los “chaland” a motor?
Madagascar es una isla llena de ríos y canales que conectan sus diferentes regiones. Por ellos navegan unas embarcaciones de madera con motor, conocidas como “chaland”, el transporte más usado por los habitantes de la isla, que los emplean para llevar personas y mercancías de un lugar a otro.
No hay mejor forma de viajar por esta región, ya que las carreteras a veces son muy malas y a menudo se inundan por las lluvias.
Mientras, nos hemos distribuido por el barco, algunos en la parte de arriba, donde 4 cómodas hamacas se prestan para disfrutar la vistas y el relax. Abajo, la mesa de uso común donde haremos las comidas y otro buen lugar para pasar el rato.
Contaremos con cocineros, capitán, ayudantes y un equipazo completo para tener todo garantizado estos días, incluso se pueden ver hasta unas camas en lo que se intuye como un campamento muy pro que veremos por primera vez esta noche.
De hecho, hoy comeremos poco después de salir, buscando un lugar para anclar el bote y así disponer de un "pipiSTOP" necesario (la chaland cuenta con ducha pero no baño en el interior) mientras preparamos la mesa. ¡Comida lista!
La rutina continúa con la navegación, ese cafecito o cualquier elemento que algún compañero haya traído desde origen o del supermercado de ayer en Antsirabe (galletas, patatas, jamón, queso... y hasta un bocadillo de chorizo, ¿verdad Esther?)
Alguno se ha retirado para una buena siesta, ¿por qué no?
La fauna salvaje del río y Nosin’ Ampela, “la cascada que no se seca”
Si bien tengo que admitir que no hemos tenido demasiada suerte, hay más de 80 especies de aves en este río (cocodrilos, tortugas, murciélagos, lémures), y algunas solo se encuentran aquí, en Madagascar.
Un primate arbóreo que habita en los bosques cercanos al río.
Se puede avistar tomando el sol por las orillas del río.
El mayor camaleón del mundo que puede medir hasta 60 cm de longitud.
Una de las aves rapaces más amenazadas del mundo, que vive en parejas a lo largo del río.
Un ave migratoria que se congrega en grandes números en las orillas del río.
El mayor depredador de Madagascar que se alimenta de lémures y otros animales.
Otro de ellos es el pato de Bernier, un pato pequeño y marrón que se alimenta de plantas acuáticas. Es una especie en peligro de extinción, y hubiera sido un privilegio verlo (foto de stock). También cocodrilos...
De hecho, esta tarde hemos visto nuestro primer cocodrilo, pequeño pero "aperitivo" de lo que "evita" que el baño esté aconsejado (que si por nosotros fuera, apetecible es.. ¡y mucho!)
Además, aprendimos mucho sobre la vida y las costumbres de los habitantes locales, que nos cuentan sus historias y nos enseñan sus tradiciones.
PINCELADAS PARA ENTENDER MADAGASCAR (VOL. 2):
Cuando la vida se vuelve difícil y confusa, los malgaches saben a quién recurrir: a los espíritus y los antepasados que los cuidan y los guían. Para ellos, la adivinación no es solo una práctica supersticiosa, sino una forma de mantener el contacto con sus seres queridos y su historia. Es una tradición que respetan y valoran, porque forma parte de lo que son y de lo que creen.
Algunos malgaches consultan las hojas de té que quedan en el fondo de la taza después de beber, buscando formas y símbolos que revelen lo que les espera. Otros prefieren lanzar semillas de saga, una planta sagrada, sobre una estera y observar cómo se distribuyen.
Nuestro capitán ha decidido parar. Parece ser que aquí se encuentra una cascada y unas piscinas naturales dignas de mención. ¡Hora de desembarcar! Alexandro, ¿vamos allá?
Un sendero nos lleva por una primera poza a la que volveremos más tarde, y un camino nos sugiere una caminata lejana que podría haber sido tentadora. Nosotros, sin embargo, nos dirigimos al final del sendero. Estamos ante la Cascada Nosin’ Ampela, una de las maravillas que esconde Madagascar en este descenso por el río Tsiribihina
El agua, sin ser excesiva, si se precipita desde lo alto con una gran fuerza, creando un bonito espectáculo digno de disfrutar
Su nombre significa “la cascada que no se seca” en malgache. ¿Sabes por qué tiene ese nombre? Porque el río Manambolo, que la alimenta, tiene un caudal constante durante todo el año, no importa si es verano o invierno. ¿Y qué es eso que hay entre las ramas? ¡Nuestro primeros lémures! Estoy seguro que los veremos más de cerca en futuras ocasiones
Éste es un lugar sagrado para los habitantes locales, que creen que está habitado por espíritus ancestrales.
LEMURES, únicos en Madagascar
¿Sabías que solo hay un lugar en el mundo donde puedes ver lémures? Viven en Madagascar, donde han encontrado su hogar y se han adaptado a las diferentes condiciones. Hay más de 100 especies de lémures, cada una con sus características y costumbres. Pero todas tienen algo en común: son muy especiales y necesitan nuestra protección, porque muchas de ellas están en peligro de desaparecer.
Su nombre viene del latín y significa “fantasma” o “espíritu”, porque los primeros exploradores europeos se sorprendieron al ver sus ojos que relucen en la oscuridad y oír sus llamadas nocturnas.
Es hora de regresar y pegarnos otro chapuzón en la poza de abajo mientras Ignacio, menudo artista, sigue pegándose unos planazos de dron. ¡Ya veréis el vídeo!
Retomamos el cauce, dejando a un lado la cadena montañosa de Bongolava, que significa “las montañas de los malayos”. Este nombre nos revela el origen de los primeros habitantes de la isla, que llegaron desde el sudeste asiático hace unos 2.000 años.
La acampada la hacemos un poco más abajo aunque mi cara ya empieza a decirlo todo. Algo ocurre en mi barriga y eso va a suponer una larga noche. Antes, cena y cantos tradicionales animan al grupo. Nuestra tripulación "sakalava" respeta las costumbres de sus antepasados. Más tradiciones como el culto al árbol de los sacrificios o el masonjoany, una pasta de color rojizo que se ponen en la cara y el cuerpo para protegerse del sol y para adornarse con diseños geométricos, las veremos mañana.
La noche ha caído completamente y, tras un último rato al fuego, toca meterse en la tienda. ¡Menudo lujo! Puedes estar de pie, cama con colchón y sábanas,... Hay que reconocer que esto es un campamento y el resto son tonterías. Hoy dimos el primer paso de nuestra aventura por el río Tsiribihina, un río que nos conecta con este país tan único y tan distinto al nuestro. ¡Mañana más!
Isaac, junto al grupo IndigoBe, desde el río Tsiribihina (Madagascar)