La escapada a Frankfurt y Heidelberg 2012 nos ha llevado a una de las zonas consideradas como el corazón de Europa. Como siempre, una vez decidido el destino del viaje, nos pusimos en busqueda de una buena ubicación y no excesivamente cara. Como estabamos en plena Feria los precios estaban disparados y tras mucho mirar, finalmente optamos por el Fleming’s Express Hotel Frankfurt
Frankfurt, con apenas 700.000 habitantes, ya se ha convertido en el centro financiero del continente, además de ser una verdadera metropoli con sus magestuosos rascacielos del distrito financiero. Heidelberg y su excepcional ambiente, consituyen posiblemente una de las poblaciones más bellas de Alemania.
Su ubicación, es excelente. No sólo se encuentra a 1 minuto y medio de la Frankfurt Hbf, sino que dispone de todos los medios de transporte que brinda esta estación intermodal: buses, tranvías, taxis, U-Bahn, S-Bahn, regionales y larga distancia.
El hotel Intercity es un hotel de 3 estrellas que dispone de instalaciones modernas de spa, habitaciones insonorizadas y conexión Wi-Fi gratuita. Además, los huéspedes pueden utilizar el transporte público local de forma gratuita (aunque también nos lo facilita la feria).
Las habitaciones ofrecen aire acondicionado, TV por cable, caja fuerte y minibar. También hay habitaciones adaptadas para personas de movilidad reducida.
Si hablamos de limpieza, no hay ninguna queja al respecto en las opiniones encontradas en la red.
Los huéspedes podrán utilizar la sauna y el solárium del InterCityHotel, que también cuenta con un gimnasio con máquinas modernas. En el Fleming’s Brasserie & Wine Bar se sirven abundantes desayunos bufé. Además, los huéspedes podrán relajarse en el Mainhhatten Bar, el Metropolitan Café o el Riva Sommerlounge, ubicado al aire libre.
Ya de vuelta, realizamos nuestra habitual "VISITA GUIADA" del alojamiento con todos los detalles e impresiones.
Lo primero que nos encontramos nada más salir de la Frankfurt Hbf es que tenemos el hotel !! en frente !! por su salida norte, como ya explicamos el DIA 1 de la escapada. Esto es el mejor punto que tiene, ya que desde esta ubicación podemos desplazarnos prácticamente a cualquier punto de la ciudad en apenas unos minutos.
Si entramos en las habitaciones son lo suficientemente amplias como para desplegarnos, con una pequeña tele que parece sacada de los años 80 y una decoración algo sobria, pero suficiente para llegar a dormir.
Hay un pequeño rinconcito que hace de escritorio con algunos enchufes, donde también promete internet vía ethernet pero no funciona, así como un minibar escondido tras unas tablas de madera (que no llegamos a usar, como casi nunca lo hacemos) y una caja fuerte en el armario, que complementan el habitual teléfono, tv, lámparas y demás. Por cierto, que una de las lamparas está rota y allí nadie la arreglaba.
De la limpieza no hay queja, no así del servicio de limpieza. Ya desde las 8 de la mañana comienzan a golpear la puerta para ver si están ocupadas las habitaciones, e incluso entrar si no respondes (cosa de muy mal gusto).
El baño, no excesivamente grande pero suficiente, no dispone de botecitos de geles pero si de unos dispensadores de jabón, además del habitual secador de pelo. También tiene el wc, pequeña ducha, ... El primer día, nada más hacer el checkin, una persona apareció a arreglar el manguito de la ducha, el segundo ya chorreaba para todos los lados y el tercero se cayó y solo pudimos ducharnos sin perolo.
El desayuno es una enorme sala para un enorme hotel, donde casi nisiquiera coges mesa para poder desayunar y hay que andarse peleando. El buffet tiene de todo, eso sí, pero la educación y servicio deja mucho que desear, llegando al extremo de que una persona fué a pedir un tenedor, y la chica sin mirar se lo dió hacia atrás pinchandole los dedos de la mano, con el consecuente cabreo de esta persona.
Además de los problemas de la lámpara que no funcionaba, el servicio de limpieza, la ducha rota y el desagradable servicio del desayuno, más problemas que nos encontramos fueron:
- El WIFI funcionaba con unos bonos que daban en recepción y que NUNCA FUNCIONABA, con lo cual en la práctica no había internet en el hotel
- Las toallas que dejabamos en el suelo para que nos las cambiaran, las reponían en su sitio SIN CAMBIARLAS
- El aire acondicionado NO FUNCIONABA ni de calor ni de frío, y la estufa calentaba muy lentamente.
- No hacían la cama, apenas ponían las sabanas "sobrepuestas" sobre la cama, con lo cual nos tocaba meterlas todas las noches
- Los pasillos son de centro psiquiatrico o de cárcel, meten miedo
Su precio normal ronda los 60-70 € pero en esta ocasión (al igual que todos los de la ciudad) nos hemos puesto en 110 € por noche y habitación. Consulta disponibilidad y precios aquí para el Fleming's Express Hotel Frankfurt
¿Lo recomendaríamos? NO NUNCA JAMÁS. A pesar de su buena ubicación, jamás recomendaríamos pagar el precio de este hotel para recibir semejante servicio y eso que solemos ser muy flexibles ya que apenas utilizamos los alojamientos para dormir y desayunar, pero es que lo de este hotel tiene tela. No funciona nada. Es de esos sitios que viven de su ubicación y la despreocupación por el cliente y los servicios es total. Desde esta web os recomendamos... !! QUE HUYAIS DE AQUÍ !!
Isaac y Paula, desde Frankfurt (Alemania)