¿Os imagináis despertaros en un hotel donde llegasteis anoche, abrir la ventana y encontraros literalmente por una ciudad "devorada por el desierto" con pequeñas dunas formándose en las esquinas de las calles? Así comenzó mi primer día completo en Nuakchot, la caótica capital de Mauritania, con ese contraste imposible entre modernidad y tradición beduina que me dejó boquiabierto mientras tomaba el primer té de la mañana. Después de haber llegado la noche anterior, cansado del viaje pero emocionado, ahora por fin siento ese cosquilleo en el estómago, esa sensación de esos viajes extraordinarios.. y tanto que iba a serlo, sobre todo cuando apareció ante mis ojos ese Port du Pêche al atardecer.
Pero vamos por partes, explorando los alrededores del hotel, siento el pulso de la ciudad con su tráfico y sus contrastes, y conociendo al grupo de viaje. Vamos a romper el hielo antes de adentrarnos en la aventura del desierto.
- Ruta del día: Nuakchot
- Planificación y reservas con antelación
- Cómo moverse por Nuakchot (o Nouakchott)
- Nuakchot, la caótica capital de Mauritania
- Un poco de historia y primeras impresiones de Nuakchot
- La ciudad que lucha contra el desierto
- El tráfico: ¿Caos o coreografía?
- Colores, olores y sonidos
- La gente y sus vestimentas
- Tafarit, uno de los mejores para comer pescado en Nuakchot
- Nuestra experiencia en Tafarit
- Playa y Mercado de Pescado (Port du Pêche), un inesperado GRAN atardecer
- Playa de Nuakchot, entre dos mundos
- Mercado de Pescado de Nuackchot, más allá de lo que ve la vista
- Atardecer inesperado en las playas de Nuakchot
- Restaurante Al Fantasía: Rompiendo el hielo con el grupo
- Conociendo al grupo y cambio de dinero
- Regreso al Nuakchot Hotel
Ruta del día: Nuakchot
Planificación y reservas con antelación
LUGARES VISITADOS
🏨 RESERVAS ONLINE
En este viaje, por logística y optimización de tiempo, me voy con Leti Lagarda y el grupo de la extraordinaria agencia de Joan Torres, especializada en destinos insólitos y poco convencionales. OJO que llena los grupos con meses (a veces muchos) de antelación.
La ruta del día ha sido similar a ésta (Clic Google Maps) ...
¿Cuáles son las opciones que tenemos para movernos por Nuakchott?
Cómo moverse por Nuakchot (o Nouakchott)
Moverse por Nuakchott es, sin duda, una parte de la experiencia en sí misma. Los taxis amarillos son omnipresentes y una opción práctica para distancias medias, aunque la negociación es obligatoria y forma parte del juego. Los más aventureros pueden optar por los taxis compartidos que ofrecen una inmersión total en la vida local. Caminar puede ser una buena manera de explorar zonas concretas, pero el calor y la extensión de la ciudad hacen que no sea siempre la opción más viable.
En nuestro caso, el viaje con Against The Compass EXPEDITIONS empieza con la cena de bienvenida de esta noche pero nuestra guía, Leti Lagarda, estará ya desde el mediodía con los que hemos llegado antes. En todo caso, apunta las principales opciones:
- Taxi amarillo: Son los más comunes y relativamente seguros. El precio suele estar entre 2-4€ para trayectos dentro de la ciudad, pero SIEMPRE hay que negociar antes de subir. Y cuando decimos negociar, queremos decir regatear como si os fuera la vida en ello.
- Taxi compartido: Más económico (unos 0,5-1€ por trayecto) pero requiere conocer las rutas y estar dispuesto a compartir espacio con desconocidos, paquetes misteriosos y ocasionalmente alguna cabra. Sí, habéis leído bien.
- A pie: Para distancias cortas y siempre que no haga demasiado calor, es una opción para conocer realmente la ciudad. Eso sí, preparaos para ser el centro de todas las miradas y para que la arena se cuele en cada rincón de vuestro calzado
💡 CONSEJO PRÁCTICO: La orientación en Nouakchott puede ser complicada porque muchas calles no tienen nombre visible o son conocidas de forma distinta por los locales. Si salís por vuestra cuenta, anotad el nombre del hotel y su ubicación en francés o árabe para poder regresar sin problemas. Y si el taxista os dice "no problem, my friend", probablemente tengáis un problema.
Nuakchot, la caótica capital de Mauritania
El hecho de no tener prisa y de que me ha costado levantarme, ha hecho que haya tardado en ponerme en contexto del lugar en el que me encontraba. ¿Qué es eso que se ve por el balcón de mi habitación?
Ya desde la ventana del hotel, durante el desayuno, la imagen era impactante: pequeñas dunas insinuándose entre las calles. Ese contraste brutal entre la modernidad que intenta abrirse paso y la omnipresencia del desierto ya me daba una pista de la aventura que acababa de comenzar.
Tengo que admitir que el Nouakchott Hotel cumple perfectamente. Es un hotel moderno dentro de una ciudad caótica, aunque en frente están construyendo otro que promete que será el referente los próximos años.
El desayuno buffet, subiendo una escalera metálica de caracol, es bastante generoso. Además de dos o tres platos más tradicionales, probé por primera vez el pan mauritano (¡sorprendentemente bueno!).
Como tampoco se nada de Brendan, que se alojaba aquí pero no he visto en el desayuno, ni a la hora que vendrán Ehedi, Antonio y Florentine que fueron a un albergue cercano, he decidido dar un paseo matutino por los alrededores.
Un poco de historia y primeras impresiones de Nuakchot
Quería empezar a empaparme del ambiente de Nuakchot. Y vaya si me empapé... pero de polvo, más bien. El primer paso fuera del bendito aire acondicionado fue como una bofetada de calor seco y arena fina que se te mete por todas partes.
Salir del confort climatizado fue entrar de golpe en otro mundo. El calor y el polvo me recordaron al instante que sí, estaba en el umbral del mismísimo Sahara. Menos mal que el guarda de seguridad del hotel me ayudó con el pañuelo porque yo, todavía, ¡NI IDEA!
La ciudad que lucha contra el desierto
Nuakchot es una capital joven, fundada apenas en 1958, y da la sensación de haber crecido más por necesidad que por planificación. Su carácter es único, un tanto desordenado y vibrante. Lo que más me chocó, ahora a plena luz del día, fue esas pequeñas dunas de arena que colonizan las esquinas. "¿Os habéis fijado? ¡Es como si el Sahara intentara comerse la ciudad!".
Y no iba desencaminado. Nuakchot libra una batalla diaria contra el avance del desierto, algo que nunca había visto en otra capital. Lo había leído y es verdad: "Aquí no te preocupes por si barren las calles, preocúpate por si tu calle existirá mañana o será una duna"
El tráfico: ¿Caos o coreografía?
El tráfico es un espectáculo aparte, digno de estudio. Una mezcla surrealista de coches destartalados que parecen sujetos con alambre, taxis amarillos kamikazes, motos que se materializan donde no cabe un alfiler y... carros tirados por burros transportando de todo, ¡en pleno centro!
"¿Seguro que no estamos en el rodaje de Mad Max versión sahariana?". Un caos indescifrable para mí, pero que los locales navegan con una calma pasmosa.
Colores, olores y sonidos
La paleta de colores de la ciudad va del ocre al amarillo pasando por todos los tonos de polvo imaginables. Ese color "necesito-una-ducha-ya" es predominante. Las construcciones son mayormente bajas, salpicadas por edificios gubernamentales y hoteles más modernos. Solo las mezquitas, con sus minaretes, parecen seguir un plan definido, sirviendo de faros en el paisaje urbano.
Y los olores... ¡Ay, los olores! Una sinfonía sensorial intensa: especias, polvo, humo de tubos de escape, carne asándose en puestos callejeros y, de fondo, el dulce aroma del té a la menta, la banda sonora olfativa del país. Cada paso era una confirmación: estoy muy, MUY lejos de casa. Y, curiosamente, me encanta esa sensación.
La gente y sus vestimentas
Algo que me llamó mucho la atención fue ver cómo la vestimenta tradicional es la norma diaria, no un disfraz para turistas. La mayoría de los hombres vestían la daraa (esa túnica amplia, generalmente azul o blanca) y turbante. Esto lo vi con los conductores de los primeros coches de nuestra agencia, con lo que conversé un poco de lo que no esperaría a partir de mañana. ¡Todo listo!
Muchas mujeres, por su parte, lucían coloridas melfas, esas telas largas que las envuelven con una elegancia increíble. "Y nosotros aquí con los pantalones de trekking, parecemos anuncios de Decathlon". Es un reflejo de la autenticidad cultural que aún se respira.
CONSEJOS PRÁCTICOS
- Fotografía: Pide permiso siempre antes de fotografiar a la gente, especialmente a las mujeres. Sé discreto.
- Idioma: El árabe es oficial, seguido del francés. El español es raro. Unas palabras básicas en francés o hasanía ayudan mucho.
- Dinero: La moneda es la ouguiya mauritana (MRU). (Nota: 1€ ≈ 42 MRU en la fecha del texto original, consulta el cambio actual). Los cajeros son escasos y poco fiables. Mejor llevar euros o dólares en efectivo.
Tafarit, uno de los mejores para comer pescado en Nuakchot
Son alrededor de las 12'00, invitado a un té (un ritual imprescindible) por parte de la cafetería del hotel -que hay que aceptar y prepárarse para las tres rondas pero ya os contaré- cuando algunos integrantes del grupo comenzaban a aparecer por el lobby del hotel. Un WhatsApp de Leti Lagarda, la que será nuestra guía (de A Coruña, como yo), nos ha convocado para ir a comer si nos apetece a un sitio cercano.
Nuestra experiencia en Tafarit
Además de los mencionados, han llegado Jack, Zach (que será mi compañero de cuarto todo el viaje) y Nina, además de Leti Lagarda. Gracias a ella y a que aunque el viaje no ha empezado, los coches ya están a nuestra disposición, nos acercamos al Tafarit (Maps), restaurante cercano al hotel, uno de los referentes si queremos comer el pescado del día, preparado a la parrilla y acompañado de arroz y verduras locales.
Estaba fresco y el punto de cocción perfecto. ¡Qué leches! ¡Estaba espectacular! Otros del grupo pidieron variados de gambas y calamares, otros pizzas y hasta bebidas extrañas. Eso sí, todos coincidimos en que la calidad era excelente. El restaurante está especializado en productos del mar, algo muy representativo de Mauritania, famosa por su costa y su pesca. El ambiente era sencillo pero acogedor, y los precios bastante razonables para la calidad que ofrecen. (Este no está incluido en el viaje y sale por unos 12-15€ por persona, incluyendo bebida).
Playa y Mercado de Pescado (Port du Pêche), un inesperado GRAN atardecer
La tarde la hemos pasado conociéndonos entre nosotros, alguno disfrutando de la piscina y hablando de las inquietudes que todos traemos, hasta que ha bajado un poco la temperatura y nos ha permitido salir. Mientras han llegado los últimos integrantes: Belinda, Idrisi, Arjun, Bastian y Frida. ¡Estamos todos!
Playa de Nuakchot, entre dos mundos
Leti, que ya ha empezado a intuir que es una "pedazo de Tour Leader" ha decidido que nos vayamos "de paseo" por la playa de Nuakchot, cercana pero con otra atmósfera.
Pero.. ¿qué es esto? ¡MENUDO AMBIENTAZO! La playa se extiende kilómetros. Jóvenes jugando al fútbol, familias merendando, niños chapoteando. "Nuakchot significa 'el lugar de los vientos'. Y sí, una brisa constante alivia el calor y dibuja formas en la arena. Caminar allí era casi meditativo, con el rumor de las olas y la ciudad distante pero lo que no esperaba es ver tal explosión de gente disfrutando de un Viernes por la tarde.
💡 CONSEJO PRÁCTICO: La playa de Nuakchot es genial para desconectar. Pero no es turística: sin servicios, chiringuitos ni tumbonas. Es un espacio natural y social local. Corrientes fuertes, no bañarse si no hay locales haciéndolo. Respetad la cultura: bañador modesto, es un país conservador.
Mercado de Pescado de Nuackchot, más allá de lo que ve la vista
Pero si ya no estaba preparado para perderme entre camellos, grupos de locales y barcas amarradas en la playa, el Port du Pêche, el famoso mercado de pescado de Nuakchot me dejó fascinado. "Prepárate para algo diferente", advirtió Leti. "Del desierto al océano. Mauritania es contraste puro".
El Port du Pêche no es un mercado al uso, es toda una comunidad pesquera en acción: una playa donde decenas de coloridas barcas (piraguas) llegan sin parar, descargan, procesan y venden en un frenesí indescriptible. El espectáculo visual: barcas azules, amarillas, verdes sobre la arena dorada, el Atlántico azul. Cientos de personas en un caos aparente con lógica interna.
"Uno de los mercados de pescado más activos de África Occidental". El olor: salitre, pescado fresco (y no tanto), combustible... Impactante ver llegar los barcos: encallan en la arena. Equipos de hombres descargan a toda velocidad, pasándose enormes atunes en cadena humana hasta contenedores con hielo. ¡Precisión coreografiada! De ahí, al puro mercado, entre secciones de mujeres limpiando y fileteando con habilidad quirúrgica, pescado secándose al sol, puestos de venta al por menor...
"Aquí ves todo el ciclo" decía Leti. "Del mar al plato. Sin intermediarios, sin grandes corporaciones. Como se ha hecho siempre". Observé un pez espada enorme (¡100 kg!). El pescador orgulloso, compradores examinando, gritos en hasanía, tensión...Fascinante la sección de cefalópodos. Mujeres trabajando con eficiencia y buen humor, convirtiendo pulpos y calamares en producto listo para vender. Una señora mayor con melfa colorida y sonrisa contagiosa,... Eso sí, no hablemos de sanidad
"¿Sabías que Mauritania tiene una de las zonas pesqueras más ricas del mundo?" dijo Leti. "La corriente fría de Canarias y el talud continental crean condiciones perfectas. Es todo un gran tesoro".
Tras un buen rato, con el calzado en estado crítico, era hora de salir de allí. Sobre la esclavitud que todavía existe en Mauritania y que se puede percibir en lugares como este, quizás hablamos en otro momento, ¿verdad?.
💡 CONSEJO PRÁCTICO: Para el mercado de pescado: ropa que se pueda ensuciar. ¡Habrá salpicaduras! Calzado cerrado (a menos que te guste sentir cosas raras entre los dedos). Y olvida el "espacio personal", aquí las reglas son de proximidad.
Atardecer inesperado en las playas de Nuakchot
Con Antonio y Ehedi, con los que he hecho una buena amistad, volvimos andando sobre nuestros pasos junto a Leti que seguía contándonos las primeras anécdotas y aventuras. Pero era inevitable detenerse a ver aquel maravillo e inesperado atardecer, una explosión de naranjas y rojos sobre el Atlántico.
Hay una historia que dice que esta playa hace tiempo estaba más lejos. El desierto avanza hacia el mar y el mar responde. Una conversación eterna entre dos gigantes. Una observación poética que resume Mauritania: un país definido por fuerzas naturales en diálogo (desierto, océano, viento, sol) y sus habitantes adaptándose ingeniosamente. Y el grupo, ya empieza a percatarse.
No se explicarlo pero tengo una gran sensación de cierre de ciclo...
Restaurante Al Fantasía: Rompiendo el hielo con el grupo
El Restaurante Al Fantasía (Maps) es uno de los establecimientos gastronómicos mejor valorados en Nouakchot, reconocido por combinar cocina africana, marroquí y mediterránea con un enfoque en platos tradicionales y fusiones contemporáneas. Aquí es donde Leti y el dueño de nuestro receptivo, Baba, nos van a contar "lo que va a suceder" en los próximos días además de darnos la cena de bienvenida.
En la mesa apareció de todo, extenso y variado, incluyendo platos tradicionales de Mauritania y una selección de especialidades marroquíes y mediterráneas, como tajines y guisos con cordero, así como opciones de carnes a la parrilla, mariscos y alternativas vegetarianas que aprovechan ingredientes frescos y locales. De precios no se deciros ya que en este momento comienza nuestro viaje con Against The Compass EXPEDITIONS y como logísticamente y gastronómicamente no es fácil por todo el país, toda la parte de comidas la llevamos "con nosotros".
Conociendo al grupo y cambio de dinero
Es el primer momento en el que el grupo de la expedición está completo, guías incluidos, y resulta fascinante ese buen rollo y grandes vibraciones que respira. Es un grupo joven e incluso me atrevería a decir que junto a Jack soy de los más mayores. Hay 1 irlandés, 3 alemanes, 1 holandesa, 2 que vienen de USA con raíces en Marruecos, 3 españoles + Leti -uno viviendo en Dubai, otro de Murcia y curiosamente Leti y yo de A Coruña-, 1 indio y 1 canadiense. ¡Más internacional imposible!
Una de las primeras cosas prácticas que nos facilitaron resolver fue el cambio con la moneda local (Ouguiyas - MRU) al mejor precio aunque poco vamos a necesitar (muchos cambiaron 50 € o 100 €, yo un poco más, 150 €) y y una tarjeta SIM mauritana. Respecto a la SIM, las principales operadoras son Moov, Mattel, Chinguitel aunque realmente en cuanto te vas de la capital, es Moov la que mejor funciona. Yo me he traído un par de eSIM de Nomad y Sim Options porque todavía mi Holafly Plans no ha llegado aquí *consulta cuando leas esto.
Regreso al Nuakchot Hotel
Tras algunas claves (vestir por capas, protección solar a tope, crucial gestión del agua,..), risas y primeras conversaciones, regresamos andando al hotel y nos dejamos caer por algunas tiendecillas improvisadas de mujeres que estaban montadas junto a la carretera
Mientras casi todo el grupo se fue a las habitaciones, otros improvisamos una fiesta de "pre-aventura" en el bar con un brindis a base de té MUY DULCE y esa mezcla de expectación y nerviosismo que precede a las grandes aventuras.
EQUIPAJE DESIERTO - Fundamental llevar
Algunas cosas que me quedaron claras de la cena es ...
- Ropa ligera que cubra (sol y cultura)
- Sombrero o gorra
- Pañuelo o buff (polvo, sol, frío)
- Botella reutilizable
- Linterna frontal (noches oscuras)
- Power bank (¡electricidad escasa en campamentos!)
- Toallitas húmedas (tu mejor amigo)
Mauritania me ha recibido con su caos particular, su mezcla de tradición y modernidad a medias, y ese ritmo diferente que te obliga a frenar. Nuakchot, capital de Mauritania, ha sido solo el aperitivo, intenso y revelador, pero solo el principio. Esa noche dormiré con el murmullo lejano de la ciudad y la emoción a flor de piel. Al despertar, nos tocará adentrarse en el verdadero Sahara. Nuakchott habrá solo sido la puerta de entrada a una historia que promete grandes aventuras .
Isaac, desde Nouakchott (Mauritania)