Patinar en Bryant Park (comienza la Navidad)

No nos cansamos de decir que… ¡¡¡¡¡Hoy es el día!!!!! El día que nos ha traído hasta Nueva York en esta época, el día que llevábamos esperando tanto tiempo, el día que teníamos en mente desde que llegamos a la llamada "capital del mundo", el día de patinar en Bryant Park. En definitiva, el día que se inauguraba la Navidad en Nueva York...

Sé que nos entendéis perfectamente porque, a estas alturas, ya nos vais conociendo y sabéis de sobra que somos unos enamorados de la Navidad en cada lugar del mundo pero en Nueva York es, si cabe, más especial. Y no lo es solo porque la zona de Rockefeller se convierta en una especie de centro de peregrinación de muchísima gente de todas partes o porque hay más animación que cualquier día atrás en la Gran Manzana, sino porque el árbol de Navidad que protagoniza esta inauguración y, que desde hace años ves por la tele en la cuenta atrás para su iluminación, es realmente espectacular y no se puede explicar a través de un relato lo que se siente estando en Nueva York este día.

Las pistas de patinaje de Nueva York

Pero si había un objetivo que traíamos en nuestra maleta ese era patinar en Nueva York y hoy iba a ser el día. Antes, por la mañana previo a nuestro itinerario por Midtown East, ya nos habíamos acercado a una de las pistas de patinaje más famosas de Nueva York, Bryan Park y al verla, aunque estaba todavía cerrada, ya tuvimos claro que sería aquí donde estrenaríamos la Navidad.

Pero vamos por orden mejor, ¿verdad? En Manhattan, el distrito donde mayoritariamente pasarás tus días de visita,  hay unas cuantas pistas de patinaje. Vamos a hablaros de las tres más “famosas” aunque puedes ver todas las opciones en el artículo de la planificación "Navidad en Nueva York (TODO lo que debes saber)"

The Ice Skating Rink en Rockefeller Center

La pista de patinaje por excelencia. Protagonista de un sinfín de películas y testigo directo del encendido del árbol más famoso, retransmitido una vez al año por todas las televisiones del mundo. Patinar en esta pista es lo más característico de Nueva York ya que se situa en la plaza principal y se rodea por el complejo del Rockefeller, símbolo de la Navidad, de rascacielos infinitos y presidencia de un árbol (a partir de hoy iluminado).

Pero también tenemos que decir que es la más cara (es lo que tiene patinar en semejante escenario). Sus precios oscilan dependiendo si es temporada alta o no, si tienes patines o los tienes que alquilar, etc.. así que si sumas todo el precio final es bastante elevado. Hablamos de irnos por encima de 100 USD, acogiendo a solo 150 patinadores a la vez y con un tiempo de duración de 90 minutos. Su apertura normalmente es de Octubre a Abril en horario de ocho y media de la mañana a la media noche. No hay reserva de entrada con lo que no te queda más remedio que esperar las colas que generalmente se forman. Desde luego todos sus pros y algún que otro contra hacen que sea una gozada patinar aquí la verdad, sintiéndote como una de las protagonistas de las tantas películas que aquí se rodaron. Sin duda un sitio espectacular.

Wollman Rink en Central Park

Otro de los sitios más especiales para patinar. Su pista de patinaje Wollman Rink es también una de las más famosas y como la anterior, escenario de películas. Dicen que es una de las mejores del mundo y desde luego sí es una de las más especiales y mágicas, desde ella tienes unas vistas preciosas de la ciudad. Miles de neoyorkinos y, algo menos, los turistas eligen Central Park para disfrutar de una jornada de patinaje sobre hielo.

Situada en la 62th con la quinta, al lado este del parque. Aquí estarás rodeado también de rascacielos pero mezclado con parte de la naturaleza que Central Park te brinda. Esta pista está abierta de Octubre a Abril, con unos horarios que varían según el día que quieras patinar y desde luego más asequible que la anterior. Aquí sí puedes reservar tu entrada, ya que es una de las pistas que más afluencia tiene y que te dará derecho a patinar aun cuando la pista estuviese cerrada al público.

La pista de patinaje Wollman fue construida en 1943 definiéndola como una obra de arte del paisaje urbano. Los fondos para su creación fueron donados por el filántropo neoyorkino Kate Wollman en memoria de su hija. Pero en los ochenta tuvo una renovación que financió el grupo de Donald Trump por lo que a partir de aquí también se conocerá con el nombre de Trump Rink. Aquí también podemos encontrar la escuela de patinaje más grande de Estados Unidos.

Otra pista que podemos encontrar en Central Park es Lasker Rink, situada en el norte de Central Park a la altura de la calle 110, es menos conocido y concurrido por los turistas.

The Pond o Citi Pond en Bryant Park

La tercera pista de patinaje que os enumeramos es la que hemos elegido nosotros para poner en práctica nuestras dotes como patinadores. Muy cerquita de Times Square y en un parque precioso presidido por un Árbol de Navidad chulísimo (ya inaugurado) y rodeado además de un mercadillo que le da un aspecto más que navideño. Pero de esto os hablaré después.

A mi especialmente me quedó mucha pena no poder patinar en Central Park, uno de los sitios que más me gustaron de mi viaje a Nueva York pero todo no da tiempo en esta “Grandísima Manzana” y además, necesitamos excusas para volver otra vez, ¿no? Pues aquí os doy como la excusa cinco mil una, jejejeje

!Empieza la Navidad en Nueva York!

En el relato de ayer os contábamos como nuestro recorrido acababa pronto, ya que habíamos reservado la tarde para “intentar” asistir a uno de los acontecimientos más famosos de Nueva York... ¡¡¡¡¡El encendido del Árbol!!!! , y con él la inauguración oficial de la Navidad. Como ya bien sabéis el árbol ya está instalado previamente pero hoy será el día en el que por fin ilumine a todos los que a partir de aquí vayan a verlo. Así lo hemos visto estos días previos al pasar por aquí, aunque no formase parte de la ruta del día...

Pues como os iba diciendo, pasamos por el hotel para descansar un poco de nuestra pateada diaria y prepararnos psicológicamente para nuestro momento esperado, es decir, poner a raya nuestra ilusión de niños pequeños, jejejeje, y por supuesto coger nuestros ya tradicionales gorritos rojos y esta vez, además, mi bufanda a juego que me hice para la ocasión jejeje

Y así con toda nuestra "intención" preparada nos pusimos en camino para colocarnos todo lo delante del árbol que podíamos y, de tan cerca que íbamos a estar, prácticamente poder salir en la tele. Pero ya nos dimos cuenta enseguida que igual hasta ahí no podríamos llegar. El encendido del árbol en Rochefeller es como el fin de año en Times Square, si quieres asegurarte el poder ver algo tienes que dejar todo el día para este momento, no puedes hacer ningún plan e intentar ir para allí muy pronto, a ver si de esta manera tienes alguna opción.

Nosotros fuimos solo dos horas antes del encendido. El dispositivo que había desplegado no te permitía ir a donde tú eligieses sino que ya te iban trazando un camino por el que seguir debido a la gran cantidad de gente que había pero os diremos que siguiendo “nuestra intuición” acabamos junto a una pantalla (bueno eso era lo que parecía jejeje) y allí decidimos quedarnos a esperar que empezase la ceremonia. De hecho nos situamos enfrente de un policía que nos miraba en plan “esta gente está fatal, aquí parados dos horas para no ver nada” jejeje pues ... no tenía razón del todo ya que una esquinita de la especie de pantalla veíamos y, lo que era más importante, escuchábamos la música. Vale! Sí había mucho de ilusión pero igual solo estaré una vez en la vida, así que ahí nos quedamos las dos horas que faltaban hasta !!la cuenta atrás del encendido del árbol!! (vídeo de Gábor Bese en Youtube con mejor ángulo)

Contentos por la experiencia nos fuimos con la banda sonora de la película Solo en Casa en nuestra cabeza, que ambienta sin descanso en los alrededores del Rockefeller, y tarareándola mientras recorríamos la 5 avenida camino a una de las tiendas de Navidad más grandes y más chulas ubicadas en tan céntrica calle una vez que ya la famosa juguetería que todos buscábamos FAO Schwarz forma parte de la historia ( mejor dicho formaba porque en la actualidad vuelve a estar abierta). Desde luego que no hace falta decir que nos encantan las tiendas navideñas, sí es cierto que no tienen el encanto que puedes encontrar en las tiendas navideñas europeas pero, aun así, no puedes perdértelas.

Y ya no podíamos esperar más para cumplir otro de los sueños, bueno quizás más mío que de Isaac, que era patinar en Bryant Park, en Nueva York en Navidad

Cumpliendo un sueño.. !Patinar en Bryant Park!

Vamos con un poquito de historia, Bryant Park está situado en el corazón de Midtown, el barrio de negocios más importante, entre las calles 40 y 42 y la quinta y sexta avenida y rodeado de rascacielos que le da a la vez un aspecto más encantador si cabe, un espacio pequeñito entre gigantes que brilla con luz propia. Otro rasgo característico: forma parte de él la New York Public Library o Bliblioteca Pública que vimos después de comer y que tenéis en el relato anterior con lo que ver en Midtown East.

Se inaugura en 1843 con el nombre de Reservoir Park en referencia a la reserva que se encontraba allí y, después de varias remodelaciones, pasaría a ser definitivamente en 1992 Bryan Park en honor al poeta y periodista William Cullen Bryant.

La Navidad es la época en la que luce especialmente bonito ya que lo preside un árbol de Navidad imponente, que tiene su propia inauguración de encendido, montan un mercadillo a su alrededor y por supuesto puedes hacer uso de su pista de patinaje.

Esta pista es la única gratuita si llevas tus propios patines sino los puedes alquilar aquí. Lo mismo pasa con las taquillas, si tienes tu candado puedes utilizarlas sin problema pero si no lo tienes tendrás que alquilar una para guardar tus pertenencias mientras patinas. Sí ya sé que todo va sumando (menos mal que decían que era la única gratuita, jejeje) pero aun así es la más económica de las más famosas de Manhattan (48 USD los dos)

Puedes planear patinar cualquier día de la semana ya que abre todos los días en un horario amplio aunque los fines de semana sí podrás estar hasta la medianoche.

Buenos pues llego el momento.. !Bieeeeeeennnn! No sabéis que ilusión produce salir a la pista y ser consciente de dónde íbamos a patinar. Aunque bueno, realmente la que iba a patinar en Bryant Park era yo, ya que Isaac prácticamente no pasó de calzarse sus patines, jajaja. Es broma, pero vamos por orden.

Nos dirigimos a la taquilla, alquilamos nuestros patines (probarlos bien antes de llevároslos o bien tirad por un número más, ya que yo no hice ninguna de las dos cosas y sufrí un poco porque me quedaban apretados). Pagamos también por nuestra taquilla donde dejamos todo lo que quisimos (es una bolsa grande donde metes lo que quieres y te dan un ticket) y ya estábamos listos para empezar, unos más que otros, ejem...

La intención es lo que cuenta, ¿no? Pues yo patiné e Isaac lo intentó, jejeje, De todas formas, como no te dejan pasar a la pista con cámara de fotos (sino sería un poco locura) pues necesitaba que alguien las sacase para tener un buen recuerdo.

¿Y qué decir de patinar en Bryant Park? Poco puedo contaros ya que no os imaginéis. Es un subidón tremendo ya que te trasladas mientras lo haces al mejor de los escenarios de una gran película. Una experiencia irrepetible…

... pero todo llega a su fin y, después de unas cuantas vueltas bajo la noche iluminada por las luces del árbol y la decoración de la plaza, ya iba siendo hora de “colgar” los patines y descansar después de un día más que completito como todos los que se pasan en la gran manzana. De hecho, patinar en Bryant Park cansa tanto que decidimos comprar la cena en un Deli de la calle paralela al Room Mate Grace (la 44th) donde puedes coger sushi y baguettes calientes al horno, muy asequibles y ricas (31 USD) que nos hemos subido a nuestro hotel

¿No os parece una bonita y particular inauguración de la Navidad en Nueva York?  A nosotros sin duda nos encantó, tanto la ruta de escenarios de cine que hicimos por la mañana como el encendido del árbol, patinar en Bryant Park y disfrutar un día más de un verdadero sueño. ¿Y mañana? Upper East Side, Serenditipy3 o el famosísimo Top of the Rock al atardecer... No os lo perderéis, ¿verdad?

Paula e Isaac, desde Nueva York (Estados Unidos)

GASTOS DEL DÍA: 166,37 USD [y REGALOS: 25 USD]